
Los días siguientes se levanta muy temprano solo para ir a verlos pero uno de los días se encuentra con una hermosa mujer a la que habla pero ella nunca dice nada. Hasta que un día le dice él a ella que la quiere y ella le contesta que vive en la fuente y que ella también lo quiere, así que los dos se besan mientras la mujer lo atrae a un precipicio del que al final Fernando cae y muere ahogado.
Las obsesiones no son buenas y eso era lo que creaban esos ojos. Fernando estaba completamente obsesionado y no enamorado. Es fácil confundir la obsesión con enamoramiento pero hay que saber distinguirlo. No podemos vivir por y para otra persona, y mucho menos si ni siquiera la conocemos, solo eran unos ojos, y él vivía por ellos. Esa obsesión fue la que acabó con su vida y es que debemos vivir principalmente por nosotros y no dejarnos llevar de esa forma.
Las leyendas son bastante más complicadas de entender que los poemas, y más pesadas, aunque hay que agradecer que sean breves, los poemas de Bécquer son realmente bonitos y también las leyendas pero teniendo el cuenta el lenguaje actual es complicado leerlo actualmente.
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