lunes, 8 de diciembre de 2014

Rima LXV

Llegó la noche y no encontré un asilo,
¡y tuve sed...!, mis lágrimas bebí;
¡y tuve hambre! ¡Los hinchados ojos
cerré para morir!
¡Estaba en un desierto! Aunque a mi oído
de las turbas llegaba el ronco hervir,
yo era huérfano y pobre... ¡El mundo estaba
desierto... para mí!

Habla de ello desgraciado que es,el mundo estaba desierto solo para él porque él no tenía recursos para vivir. Sin padres ni dinero no tenía a donde ir, intentaba sobrevivir como podía pero no tenía nada por lo que seguir.

Un poco más complicado pero pude entenderlo. La pobreza se se encuentra en todas las épocas en todos los lugares del mundo. Actualmente, este país es un claro ejemplo, por suerte la orfandad no es algo tan común pero en lugares como África esa situación que Bécquer comenta es algo normal pero cuando algo así sucede aquí probablemente la reacción sería igual o peor que la de Bécquer y es comprensible porque una vida sin recurso, sin nadie, debe de ser un simple juego para sobrevivir.

Se trata de una rima existencial





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