domingo, 7 de diciembre de 2014

Rima XLVI

Me han herido recatándose en las sombras,
sellando con un beso su traición.
Los brazos me echó al cuello, y por la espalda
partiome a sangre fría el corazón.
Y ella prosigue alegre su camino,
feliz, risueña, impávida, ¿y por qué?
Porque no brota sangre de la herida...
¡Porque el muerto está en pie!

Habla de una traición, de que su amada lo ha engañado. Sin embargo, ella no tiene remordimientos de lo que ha hecho. Ella es feliz, porque aunque él se quiera morir, sigue ahí, y ella sigue su camino, sigue su vida, sonriente y sin preocuparse por lo que ha hecho.

La rima no es complicada, pero tampoco sencilla, hay que darle un par de vueltas para llegar a entenderla del todo. A Bécquer parece que le encanta enredarse, rebuscar los poemas, las historias, las palabras. Y de la historia lo único que puedo opinar es que ojalá el karma le  haya devuelta a esa mujer lo que se merecía.

Se trata de una rima de amor.

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