lunes, 8 de diciembre de 2014

Rima LXVIII

No sé lo que he soñado
en la noche pasada;
triste muy triste debió ser el sueño,
pues despierto la angustia me duraba.

Noté al incorporarme
húmeda la almohada,
y por primera vez sentí, al notarlo,
de un amargo placer henchirse el alma.
Triste cosa es el sueño
que llanto nos arranca,
mas tengo en mi tristeza una alegría...
¡Sé que aún me quedan lágrimas!

Los sueños pueden ser muy malos y hacernos sufrir. No recuerda el sueño pero sabe que ha llorado. Se despierta angustiado y aún más triste se pone al saber que ha llorado pero su única alegría es que podría haber sido peor.

Aunque más complicado me ha encantado, esa angustia cuando tenemos pesadillas es nuestro cerebro jugándonos una mala pasada, y aún peor es si no recordamos lo que hemos soñado. Solo lloramos porque nos sentimos fatal y ni siquiera sabemos porque. También pueden ser una alegría, pero dudo que Bécquer hablase de los sueños buenos, aún así es una bonita forma de ver las pesadillas.

Se trata de una rima existencial.

No hay comentarios:

Publicar un comentario