lunes, 8 de diciembre de 2014

La corza blanca

En Aragon, el caballero don Dionís, vivía en retiro con su hija Constanza. Un día, en una reunión con don Dionís, Esteban, un zagal que trabajaba para él, cuenta una experiencia que tuvo al salir de cacería: 

Estaba caminando por el monte, cuando apareció un grupo de corzas, lideradas por una corza blanca.En un momento, las corzas revelaron su habilidad de hablar, y empezaron a burlarse de Esteban. Don Dionís y su hija no lo creyeron y se burlaron de Esteban, considerándolo como loco. Sin embargo, Garcés, uno de los criados de don Dionís y guardián de Constanza creyó totalmente en la historia de Esteban.Garcés, al parecer estaba perdidamente enamorado do Constanza, ya que la conocía desde hace mucho tiempo, y también por que su delicadeza y belleza lo tenían completamente enamorado.En un acto para probar su valentía e impresionar a Constanza para ganarse su amor, Garcés decide ir al monte y capturar a la corza blanca. Ya estando en el monte, perdido y quedándose prácticamente dormido, escucha a las corzas que empiezan a burlarse de él.Después, este les sigue el paso, pero en vez de encontrar a una manada de corzas, encuentra a un grupo de bellas doncellas bañándose en una laguna y jugando felizmente. En este grupo de doncellas, se da cuenta de que una de ellas es su amada Constanza.De una forma misteriosa y sobrenatural, las doncellas empiezan a transformarse en corzas, y en este momento, Garcés se hace la idea de que lo que acaba de ver solo fue una alucinación, y decide dispararle a la corza blanca, ignorando el hecho de que esta corza era en realidad Constanza. Cuando ya disparó, se da cuenta que acaba de herir a su amada, y tristemente presencia su muerte.
Aunque la historia es más larga es muy bonita. Te atrapa y da mucha pena leer el final.Imagino a la corza blanca como un animal realmente bello y delicado igual que Constanza. Y me da pena de Garcés incapaz de diferenciar sus imaginaciones de la realidad, incapaz de creer lo que sus propios ojos habían visto, lo que él mismo había presenciado. Nuestra mente puede jugarnos malas pasadas, podemos confundir sueños con realidades, realidades con sueños y cometer errores que nos destrocen la vida, por eso debemos ir con cuidado y saber lo que es real y lo que no y creer lo que presenciamos, no podemos hacer cosas sin verificar los hechos. Debemos responsabilizarnos de nuestros actos. Esta vez ha sido más sencilla la comprensión y por eso, aunque ha sido mas extensa me ha costado menos entenderla, incluso ha sido más sencilla resumirla porque he comprendido mejor todo lo que el autor quería decir.

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