domingo, 7 de diciembre de 2014

Rima XL

Su mano entre mis manos,
sus ojos en mis ojos,
la amorosa cabeza
apoyada en mi hombro.
¡Dios sabe cuántas veces,
con paso perezoso,
hemos vagado juntos
bajo los altos olmos
que de su casa prestan
misterio y sombra al pórtico!
Y ayer... un año apenas,
pasando como un soplo
con qué exquisita gracia
con qué admirable aplomo,
me dijo al presentarnos
un amigo oficioso:
“Creo que alguna parte
he visto a usted” ¡Ah, bobos
que sois de los salones
comadres de buen tono,
y andáis por allí a caza
de galantes embrollos.
¡Qué historia habéis perdido!
¡Qué manjar tan sabroso!
para ser devorado
“soto voce” en un corro,
detrás de abanico
de plumas de oro!
¡Discreta y casta luna,
copudos y altos olmos,
paredes de su casa,
umbrales de su pórtico,
callad, y que en secreto
no salga con vosotros!
Callad; que por mi parte
lo he vivido todo:
y ella..., ella..., ¡no hay máscara
semejante a su rostro!

Habla de una chica con la que lleva un año, un año escondiendo la relación que le hace feliz. Esa chica tan preciosa con la que une sus manos, con la que cruza miradas y con la que se esconde de las miradas ajenas. Pero alguien quiere sacar a la luz esa relación, quiere descubrirlo sin pruebas, tan solo rumores, porque la gente habla sin saber e inventan más allá de lo que ven. Habla de un amor puro que los demás quieren contaminar con chismes.

Preciosa historia que tristemente sigue ocurriendo, y es que la gente siempre habla más de lo que sabe solo por meterse en la vida de los demás, en temas que no les incumben y es que el cotilleo es una moda que nunca pasa y que debería desaparecer. Que cada uno haga lo que quiera mientras no haga daño a los demás. Bécquer expresa de una preciosa forma esta queja ante la sociedad del cotilleo sin pruebas.

Se trata de una rima existencial.

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